Inkia Energy se queda con el 75% de Tierra Amarilla y SWB con el 25% restante
Ayer un comité formado por el síndico de Campanario y los bancos acreedores aceptaron la oferta de la firma peruana.
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Por N.Godoy/ M.Bermeo
Después de varias semanas de incertidumbre finalmente la disputa por quién se quedaría con Tierra Amarilla llegó a su fin, siendo la peruana Inkia Energy la ganadora.
A pesar de que el comité de acreedores -compuesto por LarrainVial, Enel, BCI, la fallida y el síndico Herman Chadwick- tomó la decisión el lunes pasado de extender hasta el 16 de diciembre las negociaciones, a raíz del interés manifestado por varias firmas dispuestas a pagar más por los activos, finalmente ayer Inkia Energy llegó a un acuerdo con Campanario y se quedó con aproximadamente el 75% de la propiedad. Mientras que el 25% restante quedó en manos de Southern World Business (SWB), ligado a Paul Fontaine y Rodrigo Danús.
Hasta ayer la piedra de tope era que el contrato de asociación celebrado entre Tierra Amarilla y Campanario debía finiquitarse.
Para ello se requeriría que el síndico aceptara el pago de una parte de la deuda que tiene Tierra Amarilla con Campanario.
Así los nuevos acreedores mantendrán el financiamiento de largo plazo otorgado por los bancos. Con esto arreglado, durante la tarde de ayer se procedió a firmar los contratos con los nuevos dueños de la eléctrica. La operación contempla un aumento de capital destinado a pagar el 100% de las acreencias no bancarias de la compañía.
Varias firmas interesadas
Hasta el viernes 30 de noviembre la negociación con Inkia estaba prácticamente cerrada, sin embargo aún faltaba resolver el finiquito del contrato entre Campanario y Tierra Amarilla.
Mientras se despejaba este punto, nuevos actores presentaron propuestas por quedarse con la eléctrica. Fue entonces cuando la comisión decidió mantener abierta la oferta a otros posibles interesados. Esto porque Inkia proponía pagar US$ 4 millones de los US$ 14 millones que Tierra Amarilla le debe a Campanario, suma que otros actores estaban dispuestos a superar.
Hasta el viernes pasado además de Inkia, estaban en carrera SW Bussiness, Enlasa, Eco Energía y Energía Llaima.
Fuentes de una de las compradoras dijeron que trabajarán a partir de hoy por cumplir los contratos de Tierra Amarilla, saldar las deudas y volverla al negocio.
Tierra Amarilla se vio arrastrada a pedir su propia quiebra durante septiembre, luego de que los acreedores de la firma no aceptaron el Acuerdo Judicial Preventivo. Finalmente, la quiebra fue levantada en noviembre, cuando se avizoró el proceso de venta.
La generadora tiene un potencial de generación de 150 MW y afrontó problemas financieros, derivados de los altos costos para comprar energía en el mercado spot a valores de US$ 200/MWh. Finalmente, alcanzó una deuda cercana a los US$ 65 millones.